miércoles, 8 de abril de 2009

Su noche, las noches [Parte Dos]

Son palpitaciones frenéticas las que la han orillado a su cama, pareciera que su corazón no puede con tanto y busca salir de la rutina, ahora es un corazón arrítmico, harto de ese golpeteo de siempre se ha convertido en un corazón que trata de encontrar nuevos estilos de palpitaciones, ahora es un corazoncito jazzero.
La chica de los lentes de pasta, se ha recostado y ha buscado obtener en el techo una respuesta a sus sensaciones, cosa que no pasa por más que lo mira y lo analiza. La respuesta que desea obtener no está ahí, la respuesta está en un alguien de lentes de pasta que no es ella, es el chico.
Ahora sueña sin querer, duerme por necesidad y no por gusto, qué mas desearía ella que estar bajo los brazos de aquel que le ha robado la paciencia, estar besando a aquel que juega con la lengua mientras ella inmóvil con los ojos cerrados solía sentir espasmos; aquel que ha sabido jugar con las manos cual DJ en pleno set. Solo duerme, desea soñar o solo desea… sí, desea.
Al fin ella ha despertado y caminando entre el calor de primavera, ha de amarrar su agujeta, grave error para sus sentimientos, pues aquel hombrecito la está mirando a lo lejos, y ella, ella solo siente la mirada; cosa extraña entre una multitud, pues justo a donde ella voltea y fija la mirada, lo ha de ver, las miradas convergen y ella no puede escapar, como sus pies no pueden huir por más que ella desearía hacerlo, cobardía o no, pretendía alejarse.
No es necesario contar como ella siente por dentro, pues cualquier humano lo ha sentido al ver el recuerdo en persona a unos pasos de distancia y solo aparentar que nada ocurre, pero al momento de acercarse, es todo lo contrario: todo ocurre, todo se siente y todo es.
Un abrazo es detonador de sensaciones, un beso en la mejilla es dinamita y una mirada en los ojos, es la explosión que sigue a las palabras sinceras, teniendo como reacción no un derrumbe material, pero si un torbellino sentimental que se resuelve… con un beso.
No fueron las palabras, lo fue todo y a la vez nada. Confusión extremista y radical que como reacción perfecta dio solo la verdad: se quieren y tienen miedo. Miedo a estar lejos del otro o miedo solo a lo que pueda pasar, miedo a que el tiempo que no sabían uno del otro los separara o los incitara al olvido; pero pasó que sólo reforzó aquello que sentían, añoraron más los besos y caricias, incluso aquellos ruidos que excitaban a ambos; sólo eso pasó.
Sinceramente esta historia podría clasificarse entre los rubros de patética y simplista, entre excitante y realista; entre yo la leo y tú te aburres.; o tan solo puede ser la historia de muchos, que encontraban en las sensaciones un nuevo estilo de vida, que encontraban en la vida una manera de éxtasis, los que entendían al éxtasis como la sensación perfecta; y que después de todo, solo regresaron al punto de partida sin darse cuenta, el punto es como reiniciar el ciclo del cual, al parecer no pueden escapar.
Añorar u olvidar, es el gran reto de muchas personas, que a pesar de querer olvidar, solo añoran estar con el otro, razón o locura, cordura o delirio; pero heme ahi, esperando que me llame, no era la chica, sólo era yo, sentada junto al teléfono, esperando besarlo y el esperando que yo le llame porque ninguno de los dos sabemos claramente lo que queremos, solo sabemos que mucho tiempo estuvimos lejos, que mucho tiempo nos deseamos, que mucho tiempo esperabamos encontrarnos y sentirnos como cuando decíamos que eso era lindo; así es esto, patético.
Y de noches hay miles de historias, lo importante es saber que en un principio se duerme sola, después, no lo sé.

aNónima Duarte.
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1 comentario:

carlos dijo...

No maaa! Alina, esto expresa totalmente lo que me expresas, supongo entonces que te he comprendido totalmente, y eso porque también me ha pasado y es precisamente un total delirio estar de esta manera, pero bueno, esto es lo que le da un gran sentido a la vida...no crees.