Su noche, las noches [Parte Uno]

Podría dormir, pero la chica ha decidido que es momento de escribir, el misterio de la noche le es peculiar, le es familiar y muy original, al fin y al cabo se siente bien. Cabe aclarar que no hace falta una presentación de ella, pues su comportamiento puede ser un tanto común en ocasiones, un tanto alegre las más de las veces y muy ella después de todo.
Es noche, su noche, su momento y su tiempo, tal vez el momento que más le agrada del día, pues es tan cómodo, tan sincero, tan hecho para ella, que sin duda es claro que la noche ya es de ella.
Agarra papel y pluma y primero empieza a hacer garabatos como cuando no gustas de tomar apuntes, así comienza su noche… “a garabatos”.
Gusta de las narraciones con café, pero ahora sólo goza de su café, gusta de música y de letras, ahora la música vuela en su cabeza pero no las letras, está confundida. Piensa la chica en un chico, pero también piensa en no pensarlo, el reloj detrás de una cortina suena: tic tac tic tac, pero es algo casi imperceptible si no fuera porque ha logrado concentrarse en ella, y en su noche.
¿Planes? No, no tiene planes para esta noche y se ve en su cara de tranquilidad, en sus manos con el lápiz aún y en la hoja con rayones que dejó, tiene tiempo. Sonidos vienen y van de su mente, palabras recurren a su lápiz pero ella se niega a escribirlas, no puede, algo le pasa.
La chica está triste, extraña al chico, pero la chica también está feliz, porque ese chico ya no está con ella, ha logrado alejarse de él, pero entonces el teléfono ha sonado una, dos, tres veces y nadie contesta, rápido corre al pasillo por el teléfono a pesar de que sus zapatos no estaban en sus pies pero ha identificado el número de teléfono que está llamando: es del chico.
Sus piernas están temblando y ella recuerda que es el chico el que hacía temblar sus piernas así, el teléfono vuelve a sonar pero sus manos no responden, mucho menos su boca para decir “Hola”, rápido, toma el teléfono y regresa a su habitación, jamás contestó y ahora solo ve el teléfono, no hay mucho qué hacer.
¿Qué buscaba el chico de ella? No lo sé, no lo sabe, no lo sabemos, sólo sabemos que la buscaba y ella no estaba disponible, era una ausencia de ella misma en el momento en que pensó en él, en el momento en que el teléfono sonó y ella no contestó, no es culpable de nada, sólo de ser una pequeña mortal confundida, de ello si es culpable.
¡Vamos! Toma el teléfono chica, llámale, lo extrañas y es obvio… “lo sentimos, el número que usted marcó se encuentra ocupado o fuera del área de servicio” Me temo que él está hablando con alguien más o no ha gustado ahora de contestarte como tú lo has hecho.
La chica piensa, no se distingue en que piensa, su rostro está vacío, está sin ella pero ahí...

...

"Si te soy sincera, el ser incrédula me dejó esta mente vacía"
Anónima Duarte

The Death of All The Romance

[Sin ir más allá, este texto se remota a una situación de crisis, la protagonista encuentra textos de la otra persona a la que siempre ha querido el protagonista, sú protagonista (a quien va dirigido el texto), a manera de hacerlo más creíble y revivir el momento de alguna manera, esta canción era la que sonaba mientras todo pasaba y el nombre y la letra eran ad hoc para la ocasión]


The death of all the romance…
Leo lo que has escrito durante tanto tiempo a otra persona, tu mente jamás estuvo conmigo, y tus letras te han delatado. Vacía, sin ti… tal vez tu cuerpo me hizo compañía, tal vez sólo por momentos, por ciertas horas, por ciertas noches mientras el deseo no se consumía, de otro modo sólo buscaste alejarte y yo no lo podía asimilar… no puedo creer las cosas que dijiste, tan sólo escuché mentiras y aunque sabía que lo eran yo te hacía creer que lo aceptaba, te mentí pero después de todo también me mentí. ¿Alguna vez nos quisimos tanto como para decir que eso era amor?. Es en vano, pues mi pregunta va directo al viento, el mismo viento que se llevó nuestra relación al vacío, nuestros besos a otras personas y nuestras caricias… sólo se las llevó.
Mis ideas están fuera de control, te extraño, el latido de mi corazón se precipita al compás de la canción y mis dedos no dejan de escribir, todo esto, tú, las letras, la música…tal vez esto se vuelva una necesidad y maniáticamente mis lágrimas han empezado a hacer su cauce por mi rostro, no lo puedo creer.
He quedado en una especie de espasmo, mis piernas están temblando como cuando estaba contigo y la sensación que aparece sólo es incesante, y recorre mi cuerpo al mismo tiempo que leía todo lo que habías escrito, lo mismo que yo te escribía lo utilizaste para ese alguien más… anonadada, triste, enfadada, decepcionada pero sobre todo con un toque de realidad he decidido teclear palabra a palabra lo que siento ahora, lo que me has hecho sentir y que ya no sé porque no puedo dejar de escribir, no sé si me libera o me hace rabiar más, no entiendo, ahora después de tantas cosas, de tantas letras… he comprendido que no somos el uno para el otro, que triste haber tenido que esperar esas palabras, haber tenido que esperar un año… que triste.
La música suena al fondo, es tan trágico como mi pensar, mi voz se ha ido quebrando al mismo tiempo que he ido escribiendo y leyéndolo para mis oídos, palabras, música, decepción, la suma de la noche y yo, yo sólo quiero estar bien, si en algún momento decidí estar bien contigo, me arrepiento de ello y lo maldigo, maldigo el haberme hecho cómplice tuyo y de mi indiferencia, de mi contigo y de tú sin mí.
Respiro y el oxigeno pasa de mi nariz a todo mi cuerpo, mis pulmones hacen lo suyo pero pareciera que hube respirado tu aire, me intoxico nuevamente de ti pero ahora esto es letal, no concibo tu aire en mi cuerpo ni tus palabras en mis oídos, mucho menos tus besos en …mí.
Un respiro más y logro sacarte de mi, de mi cuerpo que en tantos momentos deseaba estar contigo, te saco de mi mente en dónde mis recuerdos sobre ti permanecían casi inmóviles y muy dentro, te saco de mis manos pues al extenderlas logro dejarte ir, no más aferrarse a ti.
He decidido cerrar los ojos, la canción llega a su fin, al igual que mis dedos han decidido dejar de teclear, ahora mi suspiro se lo lleva el ritmo, mi paciencia se ha ido como el mismo sonido después de ser escuchado, mi cara está húmeda y yo sólo limpio lo que dejaste, unas lágrimas en mi rostro, tú no sabes lo que me ha pasado en este momento pero sé que te lo haré saber, lo sabrás porque al no saber nada de mí, sé que preguntarás por mi y sólo esto habrás de encontrar algún día.
Pareciera que es la muerte de todo el romance, de nuestro romance; aunque claro siempre queda inconcluso, o al menos contigo no conozco el fin, espero sea demasiado tarde para cuando tu notes que ahora ya no hay cenizas, que ahora si terminó todo, que el viento ha hecho su trabajo y se llevó lo mucho o poco que podía quedar de los dos, ahora sí nos separó…

Anónima Duarte.

Recuento de una noche.

10:59.- He decidido que no tiene caso seguir viendo el monitor, tu estado sigue como lo ha estado casi todo el día, “inactivo”… el frío congela mis manos y subo el volumen de la música, suena In My Time Of Dying de Led Zeppelin, creo que es algo ad hoc para el momento, lo dejaré mientras me recuesto un rato…
[pienso]
11:09.- tengo frío y bebo la taza de café que dejé junto a mi cama aproximadamente hace dos horas… está frío.
11:14: suspiro, tengo sólo una cosa en la mente… tú. Sigo suspirando y me detengo, ahora pienso sólo en algo, ese algo es que te extraño (la noche sigue)
11:23.- mi hermanito decide que es hora de dormir y que Led Zeppelin no es ad hoc para su noche, quiere dormir con su hermana mayor y simplemente no me he podido negar, quito a Led y pongo Múm, él lo aprueba y aunque yo no tengo sueño, me decido a hacerle compañía mientras Morfeo llega y para variar..Finjo.
11:39.- These Eyes Are Berries es lo que suena y yo sólo puedo decir: ¡Un gran campeón! Eso es mi pequeño hermano, pues no sólo había vencido más de 14 horas de actividad, sino que había logrado dominar a su enemiga la “Q” en la escuela y también al sueño, pero esta última batalla fue más grande y al fin fue derrotado, ahora duerme… Yo inicio sesión en myspace y noto que tengo nuevos comentarios, los leo y me recuesto.
11:46 [Aproximadamente] apago la luz.
11:59.- Entre la obscuridad y el buen calor de mis cobijas el frío se ha ido, pero los sonidos llegan, un tic tac por aquí y un crujir de madera por allá, lo que me ha hecho despertar es algo más interesante: un lamento, pero no uno humano, uno de un ave, y esto lo atribuyo a mis mascotas … pues al parecer hay una gallina degollada en mi patio, a lo cual yo digo: La noche literaria ha comenzado con Quiroga.
12:05.- Necesito regresar a mi cama, el calor está ahí y tú… tú sólo sigues ausente.
12:10, He contado varios tic pero no tac, a mi tiempo le hace falta algo y creo que eres tú. [Dostoievsky no logra llenar el vacío]
12:27.- 24 horas del día anterior no me han sido suficientes, necesito un poco más, que la noche se postergue, escribo, leo y te pienso. [cambiemos a Múm, que la literatura ahora no sólo sea parte de mi mirada, ahora de mis oídos y escuchemos a Alí Chumacero]
12:45.- He estado escuchando a Alí Chumacero tranquilamente viendo el techo de mi cuarto, no lo puedo creer, estaba en una especie de trance inofensivo hasta que los sonidos de la noche regresaron y tuve que volver en mí.
12:49.- Quiero dormir, mis ojos lo piden pero mi mente sigue pensando en ti. ¿Qué hago?
12:56.- Creo que todo ha sido un sueño pues no puedo creer que ya sea tan tarde, ya sea otro día, otra semana, un año y yo siga pensando en tí.
01:02.- Me he dado cuenta que seguir contigo es seguir en el ayer, en las noches como esta... creo que ya no es ni necesario ni justo el que siga así, recuento la noche pero también mi historia de días y noches atrás, dormiré y espero la noche de mañana sea justa y real... dejaré de soñar contigo y me aferraré a la realidad que me corresponde, que me merece.
01: 16.- Fue el último minuto que recuerdo antes de haber cerrado los ojos.


anónima Duarte.